El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) es una entidad sin ánimo de lucro creada por ley en 1950 para compensar a las víctimas de accidentes de tráfico causados por vehículos sin seguro obligatorio. El CCS también compensa a las víctimas de otros siniestros, como incendios, inundaciones y accidentes marítimos, cuando los responsables no tienen seguro o no son capaces de pagar las indemnizaciones.
El CCS es financiado por las compañías de seguros, que pagan una cuota anual al Consorcio en función de la cantidad de primas que recaudan. El CCS también recibe subvenciones del Gobierno.
Cuando una víctima de un accidente presenta una reclamación al CCS, el Consorcio investiga el siniestro y determina si es elegible para una indemnización. Si la víctima es elegible, el CCS le pagará una indemnización por los daños sufridos.
El CCS es una entidad muy importante para las víctimas de accidentes de tráfico. Sin el CCS, muchas víctimas se quedarían sin compensación por los daños sufridos.